¿Eres nuevo en el comercio electrónico y te has percatado de altos índices de abandono de tu sitio web y carrito de compras? Probablemente ocurre porque los usuarios, cada vez más informados, no encontraron señales de una conexión segura. Nadie desea que sus datos estén en riesgo al ser transmitidos mientras se navega en una página, por ello, es importante incluir indicios de protección de datos, siendo el certificado SSL una pieza clave. Igual es importante conocer la manera en que se clasifica.
¿Cómo funciona?
¿Has visto que, al entrar a algunos sitios, hay un símbolo de candado a lado de la URL en la barra de direcciones? Eso quiere decir que están protegidos por un certificado SSL. Pero ¿de qué trata? Básicamente, consiste en un protocolo de seguridad digital para resguardar los datos privados de los usuarios, así como proteger por medio de una conexión cifrada las transacciones que efectúan.
Cuando accedes a un sitio web que utiliza SSL como cifrado, tu navegador establece una conexión con el servidor, verifica el certificado SSL y crea un enlace seguro entre ambos. Este proceso ocurre de manera rápida y garantiza que la información que ingreses sea accesible únicamente por ti y el sitio web, sin que terceros puedan interceptarla.
Es crucial que tu sitio web cuente con SSL, especialmente si manejas transacciones, ya que protege contra posibles brechas de seguridad y genera confianza en los usuarios al salvaguardar su información. Además, tener SSL mejora tu posicionamiento en los motores de búsqueda.
Si necesitas un certificado SSL para tu página, primero debes identificar cuál se ajusta mejor a tus necesidades. Por ejemplo, si operas en varias plataformas o tienes diferentes dominios o subdominios, podrías requerir varios tipos de certificados SSL. Para la mayoría de los sitios con carrito de compras, un certificado SSL básico es suficiente.
Sin embargo, si tu empresa pertenece a sectores regulados, como el financiero o el de seguros, es recomendable que consultes a expertos que ofrezcan servicios de marketing para determinar el tipo de certificado adecuado, ya que pueden existir requisitos específicos para cumplir con las normativas del sector.
¿Cuáles son los tipos de certificados SSL?
Los certificados SSL se clasifican en dos grandes categorías: cifrado y validación y número de dominios. Cada una de estas categorías tiene tres subtipos. Las autoridades de certificación (CA), que son softwares especializados, se encargan de emitir y gestionar estos certificados. En la categoría de cifrado y validación, existen tres tipos: validación de dominio, validación de organización y validación extendida. Mientras que, en la categoría de número de dominios, los certificados se dividen en único, multidominio y comodín.
Certificado SSL de validación extendida (EV)
Muestra en la barra de direcciones el candado HTTPS, junto con el nombre y país de la marca, lo que ayuda a evitar que los usuarios lo confundan con sitios fraudulentos. Es uno de los más costosos, pero ofrece una clara ventaja en cuanto a la legitimidad del sitio. Para obtenerlo, es necesario demostrar que tienes la propiedad legal del dominio. Este tipo de certificado es especialmente recomendado para sitios que tienen carrito de compras, procesan pagos y recogen información sensible.
Certificado SSL de validación de organización (OV)
Este tipo de certificado asegura tanto la autenticidad del dominio como la existencia legal de la organización propietaria. Ofrece un nivel medio de cifrado y se consigue en dos etapas: primero, se verifica la propiedad del dominio y luego se comprueba la legalidad de la empresa. En el navegador, se mostrará un candado verde con el nombre de la marca. Este certificado es ideal para aquellas empresas que no pueden adquirir un SSL de validación extendida, pero aún así desean ofrecer un nivel de seguridad confiable.
Certificado SSL de validación de dominio (DV)
Ofrece un nivel básico de cifrado, representado por un candado verde al lado de la URL en la barra de direcciones. Es el tipo de certificado más rápido de obtener, ya que solo requiere algunos documentos simples de la empresa. La validación se realiza agregando un registro DNS que confirma la propiedad del dominio ante la autoridad emisora. A diferencia de los certificados de validación extendida, este no verifica la identidad del propietario, lo que significa que la entidad que expide el certificado no sabrá quién recibe la información cifrada. Si una empresa no puede invertir en un SSL de mayor nivel, este certificado sigue siendo una opción válida y funcional.
Certificado SSL comodín
Este certificado cubre tanto un dominio principal como sus subdominios, lo que lo convierte en una solución rentable. Por ejemplo, si compras este certificado para «mitienda.com», igual protegerá subdominios como «correo.mitienda.com» o «blog.mitienda.com». En lugar de adquirir un certificado para cada subdominio, el comodín simplifica la gestión de la seguridad en varias instancias a precio accesible.
Certificado SSL de comunicaciones unificadas (UCC)
Igual conocido como certificado SSL multidominio, permite proteger varios dominios bajo un solo certificado. Originalmente diseñado para facilitar la comunicación entre un servidor y un navegador, ahora permite agrupar múltiples dominios pertenecientes al mismo propietario. Este certificado muestra un candado en la barra de direcciones y, en algunos casos, puede configurarse para incluir detalles adicionales como el nombre y país del propietario, similar a un SSL de validación extendida. La única distinción radica en el número de dominios que pueden protegerse.
SSL de dominio único
Este protege exclusivamente un solo dominio. Es importante tener en cuenta que este tipo de certificado no es válido para asegurar subdominios ni otros dominios diferentes. Por ejemplo, si participas del ecommerce y adquieres un certificado para «mitienda.com» no podrás utilizarlo en «blog.mitienda.com».
¿Ya sabes qué tipo de certificado SSL necesitas? Si aún tienes dudas o requieres ayuda profesional, acércate a Diseño y Optimización Online, una de las mejores agencias de marketing digital. Solicita sin costo una consulta al (800) 890 3864.