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tiendas virtuales fisicasLos avances tecnológicos que se han presentado durante las últimas décadas, principalmente a partir de la popularización del internet, han venido a cambiar la manera en que nos comunicamos y en que desarrollamos las tareas que forman parte de nuestra vida cotidiana. Durante el siglo pasado, la mayoría de las personas recibía la información de manera oral, por el radio, la televisión, por cartas, o bien, por editoriales de libros y periódicos; los procesos de comunicación tomaban más tiempo y existía una diferencia muy clara entre el autor de la información y el público receptor de esta. Hoy en día, los flujos de información se han diversificado y la línea que diferenciaba al autor del receptor se ha desdibujado de manera tal que, actualmente, casi cualquier persona puede difundir información en los medios electrónicos, existen tiendas virtuales, las transacciones bancarias se hacen en línea y se puede ordenar prácticamente todo tipo de servicios desde un dispositivo con conexión a internet.

La forma en que se ofrece información, productos y servicios sin duda se ha diversificado y con las innovaciones en telecomunicaciones que ahora permiten una conexión a internet más rápida, la velocidad a la que el contenido se encuentra disponible es insuperable por otros medios de difusión. Esto, sumado al crecimiento de diversas plataformas de comunicación, como las redes sociales, por mencionar un ejemplo, genera comunidades por las que la información viaja en cuestión de segundos, algo que podemos aprovechar si tenemos una empresa o compañía que deseamos posicionar como exitosa en el mercado.

En esta era digital los cambios ocurren de manera tan rápida que puede resultar un poco complicado adaptarse, sobretodo para esas personas que, pertenecientes a generaciones en las que el internet aún no era tan popular o ni siquiera se había desarrollado, tienen resistencia al cambio por temor a lo desconocido. Sin embargo, la realidad es que esa resistencia a los cambios, lejos de traer beneficios en el mundo de los negocios, puede resultarnos perjudicial. El adoptar el internet y las miles de posibilidades que ofrece para la difusión de una empresa o marca es una de las principales recomendaciones que los expertos dan para mantenerse vigente en el mercado. Aunque miremos hacia atrás con nostalgia, los días en que las personas buscaban un número de contacto para solicitar un servicio en los pesados volúmenes de la sección amarilla impresa han quedado en el pasado y hoy en día todos, o al menos la mayoría, recurre al internet.

Contar con una página web actualizada y tener presencia en las redes sociales son claves para que el público sepa de la existencia de una empresa que ofrece bienes o servicios, independientemente del sector al que estos estén enfocados. Del buen manejo del sitio web y de las redes sociales depende en gran medida su impacto en el mercado y la atracción de clientes potenciales, pues con este buen manejo es posible mejorar el posicionamiento en los resultados que los buscadores despliegan a sus usuarios cada vez que ingresan sus criterios de búsqueda, así cada vez se pueden atraer más visitantes. Como puedes ver todo está relacionado y si adoptamos las estrategias correctas podemos usar el internet como una herramienta eficaz que nos permita mejorar el alcance de nuestra empresa o marca en el mercado. Claro que esto no es tan sencillo y para poder llegar a ello se requiere de una serie de estudios previos que permitan definir cuáles estrategias son más efectivas según el público objetivo, las herramientas con las que contamos, nuestra competencia y los objetivos que tenemos a corto y mediano plazo. En esta ocasión no nos detendremos a hablar de las decenas de estrategias que pueden ayudarnos a mejorar nuestro alcance en internet, sino que nos enfocaremos en una herramienta de la que podemos hacer uso si las actividades de nuestra empresa están dirigidas a la comercialización de productos.

Ya mencionamos que los avances en la tecnología han modificado la manera en que nos comunicamos unos con otros y la forma en que desarrollamos nuestras actividades diarias. Basta con pensar en los pasos que seguimos para averiguar cómo llegar a un lugar que no conocemos: tomamos el teléfono, ingresamos la dirección y dejamos que el navegador nos dé las indicaciones que nos conduzcan hasta nuestro destino deseado. O bien, en qué es lo primero a lo que recurrimos cuando queremos hacer cualquier consulta, desde cómo preparar un platillo hasta cómo funciona un dispositivo que acabamos de adquirir: hacemos una búsqueda en internet de tutoriales paso a paso o de manuales rápidos. Estos cambios tecnológicos han tenido gran alcance e incluso han modificado la forma en que consumimos diversos productos y servicios. En décadas pasadas las personas adquirían reproductores y discos compactos o casetes para poder escuchar música, hoy en día esto no es necesario y existen diferentes compañías que ofrecen el servicio de música vía streaming con extensos catálogos a los que se puede tener acceso de manera gratuita o pagando una suscripción, para lo que sólo es necesario tener un dispositivo como computadora, tablet o celular con acceso a internet. Lo mismo ocurre con las películas, series televisivas y transmisiones de eventos en vivo, por las que o bien, se tenía que recurrir a un servicio de renta de VHS, DVD o Blu-ray, pago por evento o contratación de servicio de televisión de paga, mientras hoy se puede acceder a grandes catálogos y eventos en vivo con el servicio de empresas dedicadas al servicio de streaming multimedia bajo demanda.

Algo similar ocurre con otro tipo de servicios, como los de transportación, específicamente el de taxis que se pueden solicitar utilizando aplicaciones móviles o los de comida, que también se pueden ordenar a domicilio con aplicaciones diseñadas especialmente para dicho fin y en general la compra de productos diversos con las tiendas virtuales. Gracias a los múltiples beneficios que ha reportado en los últimos años el adoptar un modelo de tienda virtual para un negocio, cada vez son más los comercios que las integran como complementos a sus tiendas físicas e incluso hay algunas que ponen a la venta sus productos exclusivamente a través de una tienda virtual.

Contar con una tienda virtual puede ser muy benéfico para un negocio, pero no todas las empresas requieren de una. En ocasiones sólo basta con tener un sitio web profesional. En caso de que se pretenda ampliar el alcance del mercado o enfocar las actividades al comercio electrónico o e-commerce, la tienda online se vuelve indispensable. Para comenzar a hablar de las ventajas y características de una tienda virtual es importante definir de qué se trata. Bien, las tiendas online o virtuales son aquellas páginas o secciones de los sitios web enfocadas a la venta, con un diseño y arquitectura especiales que les permite vender por sí solas, conseguir un mayor número de ventas y agilizar el proceso de compra. A diferencia de una página web corporativa, en una tienda virtual se finaliza una transacción y no existe la necesidad de que los visitantes o clientes, en este caso, establezcan contacto por teléfono, correo electrónico o redes sociales con la empresa para solicitar información o hacer una compra.

tiendas virtuales fisicasLas tiendas online cuentan con un listado de los productos que se ofrecen con sus precios, sus características y por lo regular despliegan fotografías con vistas de tales productos desde diferentes ángulos. En ellas sólo basta con hacer la selección del producto deseado y definir algunas especificaciones, según el tipo de producto que se desea adquirir, como color o talla, para que se registre el pedido en una base de datos del vendedor quien se encargará de realizar el envío de la mercancía seleccionada a la dirección postal indicada por el cliente al momento de realizar el pago en línea. Para que una tienda online resulte útil debe reunir algunas características básicas, de lo contrario puede ser bastante difícil que se concrete una venta.

En primer lugar, como ya mencionamos, tiene que contar con el catálogo de productos. Este catálogo siempre debe contar con fotografías de los productos, sus características y sus precios. Según la naturaleza del producto que se pone en venta el tipo de información que se debe proporcionar al cliente puede variar, por ejemplo, en algunos casos se tiene que incluir un listado de especificaciones técnicas, o bien, de los ingredientes o materiales empleados para la fabricación del producto. Para facilitar a los clientes la tarea de encontrar los artículos se recomienda que el catálogo cuente con una clasificación en categorías o secciones y con un buscador que ofrezca la opción de filtrar los resultados según diferentes criterios, como puede ser marca, talla o tipo de producto.

Otro elemento indispensable que debe figurar en un lugar visible son las formas de pago aceptadas con las configuraciones de seguridad necesarias para garantizar la protección de datos de los compradores. La opción de carrito de compra en el que se puedan ir acumulando los artículos seleccionados antes de proceder al pago también es altamente recomendable, así como incluir apartados para valoraciones y comentarios de los productos. Todos estos elementos conjugados en un diseño atractivo son los principales componentes de una tienda virtual la que ofrece beneficios tanto para los clientes como para la empresa vendedora. Uno de los principales beneficios de este tipo de negocios es que permite hacer ventas en un mercado global durante todo el día y en cualquier lugar del mundo. Esto se refleja en la ampliación de mercado del negocio y en una mayor comodidad en los usuarios que ya no tienen que salir de sus casas y dirigirse a una tienda física para hacer sus compras. Otra ventaja es que los ciclos de venta se vuelven mucho más rápidos y la tercera más importante es que las tiendas virtuales pueden contribuir a reducir los gastos que el mantener una tienda física implicaría.

Si bien estas ventajas suenan muy atractivas las tiendas online también tienen sus desventajas y entre las principales se encuentra la alta competitividad en precio, y la pérdida de clientes por falta de asesoramiento personal o por falta de productos en stock. Es por ello que muchos negocios emplean las tiendas virtuales como complementos a sus tiendas físicas, lo que les ayuda a reducir los posibles impactos negativos de las ventas por internet a la imagen de su empresa y ofrecer el mejor servicio. En los últimos años se han desarrollado diferentes conceptos para estas modalidades de compra, que conjugan las ventajas de las tiendas físicas con las virtuales y uno de ellos es el showrooming.

El concepto de showrooming es nuevo y se desarrolló en la última década cuando se comenzaron a presentar los cambios más importantes en la experiencia de compra con el boom de las nuevas tecnologías. El showrooming es una respuesta a las necesidades de diferentes tipos de clientes y parte de un replanteamiento del por qué los consumidores compran, qué hacen antes de decidir hacer una compra y cuáles son sus objetivos al hacerlo.

Como sabes, uno de los principales riesgos como comprador al adquirir productos en línea es que al momento de recibirlos en tu hogar no sean como esperabas. Para evitar sorpresas negativas se puede recurrir a buscar información en línea para decidir dónde y qué, y aun así es posible que lo que recibamos no sea precisamente lo que vimos en las fotos del catálogo en línea. Esta problemática comenzó a disminuir el número de ventas de las tiendas en línea, sin embargo, quienes han sabido conjugar una tienda física con todas las ventajas de comprar por internet no tienen este problema. Esto no se limita únicamente a las compañías de gran prestigio y las marcas más reconocidas, los negocios pequeños también pueden evitar este tipo de problemáticas y una de las posibles respuestas se encuentra precisamente en el showrooming, en el que las tiendas físicas cumplen la función de escaparates de lo que se comercializa por internet.

Esta modalidad de venta se ha puesto muy de moda en los últimos años y tiene gran alcance entre los consumidores pertenecientes a la generación millennial gracias a la experiencia que ofrece. En términos básicos, el showrooming consiste en visitar las tiendas físicas de las compañías que comercializan los productos sin tener que comprarlos, esto con la finalidad de conocer de cerca todas sus características. El proceso es similar a lo que ocurriría con una compra tradicional en una tienda física, pero su diferencia radica en que la transacción, es decir, el cierre de la compra no tiene lugar en la tienda, sino que se reserva para internet. Con esto, existe la posibilidad de encontrar los mejores precios sin correr el riesgo de que el producto no satisfaga las expectativas, además, puede ofrecer mayor seguridad a los compradores pues no tienen que llevar consigo el dinero o tarjetas necesarias para hacer la compra ni abandonar las instalaciones de la tienda con los productos en mano.

Esta es sólo una de las modalidades de venta en las que las tiendas físicas se conjugan con las tiendas virtuales que se pueden aprovechar, hoy en día, de manera inteligente para beneficio de tu negocio. Si estás pensando en implementar una tienda online, ¡Contáctanos! con gusto te asesoramos para que logres el éxito en el mundo digital.

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